Academia especializada en icai

Esta es la pregunta del millón. Se trata de algo muy personal. La realidad es que hay una pequeña minoría que es capaz de superar la carrera sin pisar una academia, y una enorme mayoría de gente que sí necesita apuntarse a una academia en un momento u otro para superar una asignatura difícil o que se le ha atragantado.

Nosotros recomendamos que un enfoque proactivo siempre es más conveniente para minimizar el arrepentimiento: es mejor apuntarse cuando no hace falta que no apuntarse cuando sí hace falta. Esta estrategia se hace especialmente evidente cuando sólo 1/3 de los alumnos es capaz de superar 1º en su primer curso, el resto de alumnos repite curso (uno de cada tres) o es expulsado de la Universidad (… el 33% restante). A más a más, la enorme mayoría de la gente que se apunta a una Academia suele avalar su función de ayudarles a aprobar.

Con todo, en IdEst siempre proponemos que se prueben nuestros cursos antes de contratarlos. Por eso, nuestros cursos tienen libre acceso a lo largo de todo el mes de septiembre, tanto a nivel presencial como online. Así se puede evaluar si hay un buen encaje o no antes de comprometerse.

ICAI tiene una forma de operar muy característica a nivel académico. A nivel transversal, es una Universidad muy exigente, con una educación muy rigurosa… pero cada departamento, y cada asignatura, tiene sus particularidades docentes.

Te lo aseguramos: estudiar Física en ICAI no tiene nada que ver con estudiar Física en otra Universidad. El enfoque es muy distinto. Y esto no sólo pasa con Física… hay una tradición docente muy distintiva, en muchas asignaturas. Esto es lo que hace que, precisamente, ICAI sea una Universidad con tan buena reputación.

Elegir una academia como IdEst, especializada en ICAI (donde los profesores son exalumnos de ICAI), permite a los alumnos no solo entender las asignaturas con los matices que se buscan en ICAI, sino también entender mejor las dinámicas de cada asignatura: cuándo los profesores prestan más atención a la evaluación continua, qué profesores valoran más la asistencia, cuándo es habitual que una asignatura se evalúe por “campana”, etc.

La casuística depende del curso académico, y del número de asignaturas que se suspendan.

En 1º es especialmente duro: si no se superan el 40% de los créditos a lo largo del curso, se expulsa al alumno de la Universidad. Esto parece fácil de evitar, pero cerca de 1/3 de los alumnos es expulsado en 1º. Como decimos más arriba, el nivel de ICAI es elevadísimo. En el caso de que se apruebe más del 40%, pero no se alcance un 100% se ha de repetir curso. Este caso le aplica también a 1/3 de los alumnos de 1º. Esta política se ha ido relajando con los años, ya que antaño se obligaba a repetir todas las asignaturas (incluyendo las que se había aprobado). Actualmente, ya no solo no se obliga a repetir las asignaturas aprobadas, sino que en algunos casos se permite a los alumnos repetidores que “adelanten” alguna asignatura de 2º (hasta un máximo de 2-3 asignaturas del total de 8). Si un alumno repetidor vuelve a suspender una asignatura de las que repite, se le expulsa de la Universidad (aunque esto no suele ser especialmente habitual).

En 2º, se trata distinto a los alumnos en función de si son o no repetidores de 1º. Si se es repetidor, se obliga al alumno a aprobar al menos un 50% de los créditos a lo largo del curso académico. Si esto no se consigue (algo que le pasa a unas 30 personas cada año), se expulsa al alumno (sí, después de 3 años). Si no se repitió en 1º, la permanencia del alumno no corre peligro. El alumno puede suspender un máximo de dos asignaturas si aspira a coger todas las asignaturas de 3º el próximo año. Con todo, esto no es necesariamente una fuente de alivio: suspender en 2º implica repetirla el año que viene. Esta situación lleva a que, a menudo los alumnos pasen más de 12h en la Universidad (ya que las asignaturas de 2º se imparten por la mañana y las de 3º por la tarde), con el consecuente desgaste físico y mental que ello supone.

Desgraciadamente, esto tiende a provocar que muchos de estos estudiantes acaben aborreciendo la Ingeniería, lo cual les lleva a peores resultados… y a un ciclo viciado donde acaban prefiriendo haber estudiado otra carrera.

Suspender en 3º puede implicar la pérdida de la posibilidad de irse de Erasmus en 4º. Este evento se da con bastante frecuencia, especialmente en aquellas personas que han tenido que combinar asignaturas de 2º y 3º en un mismo año.
Por último, suspender alguna asignatura en 4º implica la imposibilidad de matricularse en un programa de máster. Esto, con todo, es muy poco frecuente.

Después de conocer las medidas tan estrictas a las que se expone un alumno (y los padres que le apoyan) a los posibles suspensos, es perfectamente lícito preguntarse si todo ello merecerá la pena.

La respuesta, en nuestra opinión, es un rotundo SÍ.

Por supuesto, la educación de ICAI es muy rigurosa y exigente, pero eso es, en parte, lo que hace que los alumnos salgan tan bien preparados a una edad tan temprana. La clave del éxito de la Universidad no reside (solamente) en las buenas prácticas docentes, sino en el proceso de criba que se realiza desde que el alumno entra en la Universidad (que fomenta la ética de trabajo y el pensamiento crítico), y el ecosistema de alumni que se crea en consecuencia (los egresados de ICAI e ICADE tienen, posiblemente, una de las mejores reputaciones a nivel Nacional, y una de las mejores redes de contactos a su disposición al terminar la carrera).

Como resultado, la inmensa mayoría de los estudiantes que terminan cualquier Grado de ICAI tienen carreras profesionales gratificantes, bien remuneradas y llenas de propósito.

La sensación de dificultad de una asignatura incluye una importante componente personal y subjetiva. En particular, presenta cierta componente “histórica”, esto es, que es habitual que una asignatura se perciba como difícil cuando hay alguna pieza del puzzle inicial que no se llegó a interiorizar correctamente.

Por supuesto, hay asignaturas que históricamente acumulan mayor número de suspensos. Buenos ejemplos de ello serían Física, Programación, Cálculo o Álgebra en 1º, Mecánica, Electrotecnia, Fluidos o Campos en 2º. 

Con todo, insistimos en que cada alumno es un caso particular. Recomendamos a los alumnos que en general pequen de precavidos y que acudan a alguna clase de refuerzo (durante los periodos de prueba), para que puedan ver el tipo de nivel que se les exigirá a lo largo del curso, y que así puedan evaluar críticamente si les conviene apuntarse o no.

Los requisitos de capacidades intelectuales y competencias técnicas de los alumnos se miden mediante las Pruebas de Acceso, que es lo que determina que un alumno pueda acceder a esta Universidad en primer lugar.

Una vez el alumno haya sido admitido, quitando los esfuerzos económicos necesarios para afrontar el coste de los estudios (actualmente cercanos a los 16 000€ por curso académico), es muy relevante que el alumno tenga una gran capacidad de trabajo, superación y adaptación.